13 de febrero de 2014

La llegada de Lobo Diarte, Rep y Saura dieron un plus de calidad al equipo.



La Temporada 1975-76 se inició con el sonado traspaso de Sol al Real Madrid que tuvo un gran coste personal para el jugador por el gran apego a su ciudad. Otras bajas que mermaron considerablemente al equipo fueron las de Adorno, Antón, Jara, Sergio y Aníbal. Entre las altas destacaron las del holandés Johnny Rep, jugador díscolo y protestón que procedía del Ajax, y la del fenomenal Enrique Saura que procedía del Castellón. Ya en la tercera jornada el público mostró su descontento con las alineaciones y se sustituyó al entrenador Milosevic por Manolo Mestre, que dejó al equipo en la décima posición en la tabla. Esto conllevó además la dimisión del presidente Ros Casares que, a pesar de sus buenas intenciones, no puede decirse que tuviera una gestión exitosa. La gestión de Mestre fue tan seria que sentó en el banquillo a Rep cuando regresó a Holanda sin permiso cuando el entrenador le recriminó su bajo rendimiento en los entrenamientos y fue multado. Tras este incidente, la dupla Rep-Keita dio tardes de buen fútbol en Mestalla. El nuevo presidente del club fue José Ramos Costa, forofo, discutido y con carácter. Este firmó a Castellanos, Lobo Diarte, al paraguayo Heriberto Herrera como entrenador polémico con los jugadores y a Pasieguito como técnico. En Copa fuimos eliminados por el Betis tras vencer al San Andrés y en el Trofeo Naranja se venció al Den Haag, equipo en el que entonces militaba Van Gaal.