En la temporada 1976-77 se fichó para la defensa al gran profesional
asturiano Carrete, quien era codiciado por el Barcelona. Otros grandes fichajes
de esta temporada a las órdenes de Heriberto Herrera, apodado como “el sargento
de hierro”, fueron Arias, el mejor líbero de nuestra historia, Botubot y Pablo.
En la parte de las bajas se dio pasaporte al negrito Keita, a Quino, Planelles
y Barrachina. Pero el gran bombazo iba a venir sin duda con las negociaciones que
Pasieguito estaba llevando a cabo con el Rosario Central para la contratación
de Mario Kempes. Y eso que su debut ante el CSKA en el Trofeo Naranja, aún con
la maleta sin deshacer, fue desastroso
pues falló goles cantados y un penalty. Lo mismo sucedió días más tarde contra
el Hércules, por lo que la gente comenzó a llamarle “petardo”.
Respecto a la Liga, tras un inicio fulgurante en que el Valencia se colocó como líder provisional las
tornas cambiaron y la trayectoria fue tan irregular que el aficionado se puso
en contra del entrenador, duro con los jugadores y de ahí su apelativo, y fue
finalmente cesado. Se fichó para sustituirlo a Mestre, mientras que Kempes,
nuestro “astro matador”, se coronaba como Pichichi al ser el máximo anotador en
una Liga en que quedamos clasificados en séptimo lugar. Esta fue la temporada
en que la Copa pasó a llamarse Copa de S.M. el Rey y sufrimos una dolorosa
derrota ante el Hércules en cuartos de final. Otro hecho de gran trascendencia
social y deportiva fue la compra definitiva de los terrenos de Paterna.