21 de agosto de 2011

D.Luís Casanova, simplemente el mejor Presidente de nuestra historia.


D.Luis Casanova Giner ha sido el mejor presidente de la historia del Valencia, el que estuvo más tiempo en su presidencia, desde 1941 hasta 1959, y el verdadero padre del Valencia moderno que dirigió la nave valencianista durante los años 40 como década de oro de nuestro club. Lo moldeó con tacto, bajo las directrices del respeto y el señorío que caracterizaban a los antiguos magnates del fútbol. Siempre recordaba además el magnífico equipo que formaba en la dirección junto a Cubells (aunque siempre se había declarado montista), Colina y Vicente Peris.

Luís Casanova tomó las riendas de una institución en ruinas después de la Guerra Civil y la convirtió en uno de los mejores equipos de España y del mundo. Le definían una frente despejada, perfectamente encorbatado y unas peculiares gafas negras, amante de la ópera, de los toros, con gracejo madrileño y conocedor de la picaresca que rodea al fútbol. Durante su presidencia se consiguieron tres ligas y tres copas además de varios subcampeonatos. Pasaron jugadores míticos por el Valencia como la delantera eléctrica formada por Epi, Amadeo, Mundo, Asensi y Gorostiza y otros como Puchades, Igoa, Pasieguito, el gran portero Ignacio Eizaguirre, Wilkes, Walter, etc,…en suma escribió una de las páginas más gloriosas de la historia de nuestro Valencia, porque se unió la buena organización deportiva con la administrativa. Don Luis prefería estar sentado en el banquillo antes que en el palco y tuvo que hacer frente a la remodelación del campo de Mestalla a mitad de los años 50 y la salvaje riada de 1957, pero lo que más destacaba en este gran valencianista, como en otros dirigentes deportivos de la época, era su sencillez y compromiso incondicional con el club del murciélago. Desde finales de la década de los 50 en cada junta de compromisarios presentaba su dimisión pues consideraba que él ya había cumplido una etapa en el club y siempre por aclamación acababa teniendo que aceptar la renovación de su cargo. Su modestia llegaba al punto de que contra su voluntad le pusieron su nombre al campo. Por eso posteriormente, cuando en los años 90 algunos mediocres pidieron que nuestro estadio se llamara Mestalla en vez de Luis Casanova, él no puso el menor obstáculo pues era un caballero y hasta se sintió aliviado. Él es el padre del Valencia, un gran club que es la herencia de un caballero y del mejor presidente de su historia. Luis Casanova falleció en Oliva el 4 de mayo de 1999 a los 90 años decidido desde entonces a ver los partidos de su equipo sentado en la grada de las estrellas.