En el retorno a primera de la temporada 1987-88 destacaron
las altas de Camarasa, Nando y Ciraolo. Un crack como era Rabah Madjer vino
cedido del Oporto pero, entre otras razones, el estricto cumplimiento del "ramadán" hizo que su integración en el equipo y el club y su rendimiento no
fueran óptimos. En la presentación del equipo se produjo una derrota
contundente ante el Spartak de Moscú por 5-1 y el Barcelona se llevó el Trofeo
Naranja. Esta fue la Liga en la que el número de equipos se incrementó a veinte
y un comienzo fulgurante hizo que se colocase líder en la quinta jornada. Su
trayectoria fue de más a menos y eso provocó el cese de Di Stéfano como
entrenador y Roberto Gil acabó clasificando al equipo en una peligrosa 14ª
posición. En Copa se derrotó al Maspalomas y al Salamanca y se cayó frente al
Sevilla.