Gaspar Rubio Meliá (El mago Gaspar o Rey del astrágalo) fue un jugadorazo de esos que sólo salen uno en cada década y rompió moldes en su época. Nació en Serra en 1908 y , aunque llegó a Valencia con 27 años , solo jugó una temporada en el equipo , entre 1934 y 1936, y hay que decir que no cuajó aquí las memorables actuaciones que sí hizo en otros equipos .No obstante, dejó destellos de su gran calidad con sus 5 goles anotados como jugador del Valencia. Pero le perdía su carácter indolente, inconstante, excéntrico con su boina calada , apático cuando le daba la pájara. En definitiva , un tipo imprevisible, independiente, con personalidad y nada sumiso. En el Valencia CF mantuvo profundas divergencias con el capitán Pasarín, que escindieron a la plantilla en dos bandos. Para los directivos era problemático y rebelde. Para los aficionados valencianos, un ídolo a distancia, un futbolista especial, insustituible, adorado. Fue un jugador de una técnica y calidad insuperables y una producción abundante de goles increíbles: el apodo del astrágalo, en sentido bromista, se le puso por sus quejas, quizá hasta inventadas, sobre este hueso del pie, que articula con la tibia y el peroné. Lo tuvo todo para ser uno de los mejores futbolistas de su época, sino el mejor, pero su inestabilidad personal lo echó todo por tierra. Era muy hábil en el regate, listo y con un gran sentido de la colocación . En tiempos de guerra jugó con el Levante la Copa Mediterránea y aún lució sus mejores cualidades. Fue protagonista de varias fugas. Una de ellas, cuando emigró a América, dejó al Madrid sin decir adiós. Solo tuvo 4 presencias internacionales pero sus 9 goles en las mismas le definían como un gran marcador. Su partido más recordado lo realizó ante la selección inglesa en el estadio Metropolitano de Madrid. Y es que los ingleses nunca habían perdido una selección en el continente y marcó 3 de los goles para la selección española en el 4 – 3 definitivo. Jugó también en el Levante, Atlético de Madrid, Granada, Murcia y en tres ocasiones distintas en el Real Madrid. Como entrenador dirigió a la Balompédica Linense, Levante, Hércules, Granada, Atlético Balear, Orihuela, Onteniente y Lérida para ir finalmente a Méjico a entrenar al modesto equipo del Atlante. Falleció en aquellas tierras en el año 1983.