13 de junio de 2013

Waldo Machado da Silva o el portento atlético que dio gloria al Valencia de los 60.



La participación del Fluminense en el homenaje póstumo al fallecido jugador del Valencia  Walter fue la oportunidad para darse cuenta del tremendo potencial que Waldo Machado da Silva tenía en sus piernas. Por eso Vicente Peris lo siguió hasta Río de Janeiro para convertirlo en el primer futbolista brasileño en triunfar verdaderamente en el Valencia y uno de los máximos goleadores del club. Es obvio decir que destacaba por su potencia y precisión en el lanzamiento de los golpes francos, habiendo conseguido varias veces goles olímpicos desde el corner. Siendo tan atlético consiguió depurar su velocidad de corta distancia para ningunear al marcador y volear en carrera, aunque poseía igualmente una  cabeza portentosa en el salto. Igualmente su carisma y corazón le hicieron ganarse un puesto en el corazón de los valencianos y su rápida adaptación hizo que su silueta se hiciera ya familiar en nuestra ciudad. Su dupla con Guillot, como ya dijimos, fue la más emblemática del Valencia de los 60 y entre sus récords destaca que es el futbolista que más tantos ha logrado entre Copa de Ferias y Copa de la UEFA y el primer jugador del equipo de Valencia que marcó un gol en competición continental. Igualmente destacó en la selección carioca compartiendo carteles de lujo con Didí, Pelé y Garrincha.
En su trayectoria como futbolista del conjunto de Mestalla, Waldo ganó tres títulos: dos Copas de Ferias consecutivas (1962 y 1963) y una Copa de España en 1967. Consiguió una vez el Pichichi, pero otros años quedó por detrás de Puskas, que siempre estaba ahí. Además se fichó a Ansola, que era un ariete puro, para facilitar los cañonazos de Waldo ya que las defensas se topaban con demasiados flancos que atender. Curiosamente no fue un buen lanzador de penalties  Estuvo en las dos Copas de Ferias victoriosas y Copa en 1967, con treinta y cuatro tantos entre las dos. Ya en el 71, Di Stéfano  anunció que Guillot y Waldo deberían hacer las maletas. El brasileño se fue al Hércules con su hermano Wanderley, que había destacado  en el Levante de Primera, Aunque la cafetería Walgui, que abrió con Guillot a las puertas de Mestalla, no tuvo el éxito que se esperaba, Waldo siguió viviendo en Valencia dedicado a compartir su sabiduría en la Escuela de fútbol.